Permítame el lector, a riesgo de parecer poco modesto, hacer un breve repaso a mi experiencia profesional y personal en relación con la Antroposofía y, en concreto con su impacto en el campo de la economía y la gestión de organizaciones:
Comencé a estudiar el ciclo de conferencias de Rudolf Steiner hace algo mas de 15 años. He formado parte de la conferencia de Economía de la sección social del Goetheanum (desgraciadamente inactiva desde hace algún tiempo), colaboro con Christopher Houghotn Budd, impulsor de la economía asociativa en el mundo anglosajon (http://www.associative-economics.com) así como con muchos de los miembros de la Asociación para el Desarrollo Social (Asociación de Consultores inspirados en el impulso de Bernard Lievegoed).
Fui participe, hace ya quince años, del proyecto fundacional de un banco que supuestamente sería la semilla de un proyecto que trataria de orientar las finanzas en la dirección indicada por Rudolf Steiner. Aunque tuve que abandonar aquel proyecto porque su dirección se oriento de forma opuesta a mis aspiraciones ,y en mi opinión, de forma muy diferente, casí diría que opuesta, a lo que Steiner describe en sus indicaciones sobre economía (ver aquí el Curso de Economia Politica de Rudolf Steiner en 1922), no obstante aquella experiencia permitió demostrar que algo tan aparentemente imposible como que un grupo de personas normales y corrientes sin fortunas millonarias «fundaran un nuevo tipo de banco» es posible.
Finalmente, llevo trabajando en el campo de la consultoría organizacional desde hace más de 10 años, y he fundado una de las primeras, si no la primera consultora en España que se basa en sus valores y metodologías en la orientación dada por Steiner y por algunos seguidores del mismo famosos en el movimiento antroposófico, como Bernard Lievegoed y Otto C. Scharmer.
Todo lo anterior, lo digo con toda la humildad, ya que este pasado no me hace mejor ni peor que nadie. Pero creo, tambien humildemente, que este curriculum me da cierta base para hablar de economía y de gestión de empresas, tanto desde el punto de vista clásico como desde el punto de vista de la ciencia espiritual.
En este contexto, he de decir que durante los años que he pertenecido al movimiento antroposófico, que son ahora casi 21, he encontrado, desgraciadamente, un enorme desconocimiento de la economía en el mismo, tanto a nivel académico, esto es, de la economía como ciencia social, como a nivel de gestión organizacional. La mayor parte de las iniciativas, por no decir todas, se gestionan de un modo absolutamente amateur, y las mas grandes y desarrolladas, como el Triodos Bank, Weleda o Demeter, usan modelos de negocio y culturas organizacionales antiguas y obsoletas, que además no representan en absoluto un enfoque, no ya antroposófico, sino ni siquiera, en algunos casos, humanista. Salvando honrosas excepciones, y aclarando por anticipado que no es «nada fácil» gestionar organizaciones, y menos organizaciones con fuertes ideales, en mi opinión, las organizaciones así llamadas Antroposóficas, no siguen el impulso de Steiner ni de sus discípulos más cercanos en la mayoría de los casos, y por ello, en mi opinión, no representan, ni representarán mientras continúen así, ningún tipo de alternativa para el modelo económico actualmente dominante. El mundo en general las ve, o bien como impulsos «new age», basados en la creencia personal en una espiritualidad «vaga e imprecisa», o bien como impulsos «amateur» que no logran impacto real alguno en el mundo circundante, y que por tanto no suponen solución alguna a los problemas del mundo actual.
Efectivamente, el movimiento antroposófico en su mayor parte, no solo peca de un enorme desconocimiento de la ciencia económica y de la ciencia del management (o ciencia de gestión de las organizaciones), sino que además en muchos casos se habla sobre el dinero y “lo económico” (es curioso como se “externaliza” algo que hacemos todos cada día, de manera que parezca que no tiene nada que ver con uno mismo), de un modo que no solo es profundamente erróneo, y no se basa en observación rigurosa alguna, sino que en la mayoría de los casos, se opone de forma frontal a las indicaciones de observación de los procesos económicos dadas por Steiner en el curso así llamado “de economía política” de 1922.
Esto, por otro lado, no es un fenomeno exclusivo del movimiento antroposófico. En general, al menos en España, todo el mundo opina de al menos dos temas (y si es hombre de tres, ya que generalmente se incluye el futbol..), esto es, de política y de economía. Todo el mundo, desde el taxista al portero, desde el dentista hasta el camarero de bar, sabe lo que habria que hacer para arreglar la situación política del pais y desde luego como se solucionaria «facilmente» con tres o cuatro medidas la situación económica. ¡¡Es francamente inexplicable, como en España. parece que siempre llega a presidente del gobierno el único que no sabe como hay que arreglar las cosas!!…
Bromas e ironias aparte, no deja de ser interesante el hecho de que, cuando, por ejemplo, se nos rompe el coche, nadie, salvo que tenga suficientes conocimientos de mecanica, intenta repararlo por si mismo. Esto es, se reconoce implicitamente la necesidad de un experto, el mecanico de automovil, y se lleva el coche para su reparación. Del mismo modo, nadie se ata una cuerda a un diente y a una puerta y tira para sacarlo, sino que va a un dentista.
Sin embargo, en el terreno economico y/o politico (este ultimo que tambien podriamos denominar el campo de la organización social) parecemos carecer de la humildad necesaria para reconocer «que no sabemos lo suficiente», y que necesitamos expertos (o permítame el lector introducir aquí una nueva palabra que sustituya el matiz de «conocimiento teórico» asociado a la palabra «experto»: «Catalizadores», esto es, los que ayudan a generar «conexiones» y nuevas síntesis) que nos ayuden/acompañen en estos procesos, o bien. hacer el camino y tratar de aprender por nosotros mismos. Pero en cualquier caso, se hace evidente la necesidad: aprender nuevas habilidades sociales.
Y aun es mas preocupante a mi parecer, el hecho de que, precisamente los antropósofos, aquellos que deberían/deberíamos ser más rigurosos, quizas solo por autodenominarse/nos «cientificos espirituales», algo todavia mas dificil y exigente que la ciencia natural, sean/seamos quizás, uno de los colectivos menos rigurosos en estos asuntos que me he encontrado nunca ( de nuevo, y quiero recordarlo, con honrosas excepciones), dando toda suerte de interpretaciones subjetivas personales a la realidad, basadas fundamentalmente en lo que a cada uno le parece, sin, en la mayoria de los casos, proceder a un minimo contraste de sus opiniones o ideas.
Para intentar por tanto, dar algun tipo de vision que permita este contraste, y que haga al menos posible, un debate o discusión mas rigurosa, es por lo que he decidido comenzar esta serie de articulos sobre economia y organizacion empresarial. Obviamente en muchos aspectos habre de ser generalista, dado el medio. Espero que los lectores lo sabrán comprender, y que en su caso, el detalle necesario se podra desarrollar a través de los comentarios a los posts.
Hoy comenzare hablando en grandes rasgos de la crisis actual en la que estamos inmersos, e intentaré apuntar algunas de las fuerzas formadoras de la misma, de tal modo que podamos comenzar a “observar” de modo imparcial y objetivo lo que esta sucediendo, sin proceder a realizar evaluaciones morales inmediatas que siempre buscan culpables. Espero que, del mismo modo, podremos ir entendiendo que esta crisis no es algo negativo y horrible, sino un salto cualitativo, que nos llama a desarrollar nuevas cualidades, individual y socialmente. Y una vez que hayamos sido capaces de entenderlo, será quizás para cada uno el momento de poder tomar decisiones, respecto de si mismo y respecto de su propia realidad.
Voy a utilizar para ello, un método que me parece extremadamente pedagógico, y que consiste en desmentir algunos de los dogmas clásicos de la así llamada ciencia económica moderna, para posteriormente, en los siguientes posts, proceder a construir una imagen, en mi opinión, mas adecuada del proceso económico.
Comencemos por:
1.¡¡La “economía financiera” no existe!!
Lo primero y lo mas importante, en referencia a la crisis moderna, es aclarar la distinción entre la economía financiera y lo que se ha dado en llamar “economía real”. Esta distinción es por así decirlo, totalmente falsa, pues no se puede hablar, de forma rigurosa, de “economía” financiera.
La economía tiene que ver con toda aquella actividad humana que crea valor en el contexto de las necesidades de un conjunto social. Ahora bien, una pregunta que probablemente se hará el lector al leer esta definición es “¿Y como definimos el valor?”….l
Esto formará parte del segundo punto. De momento, entendamos que el proceso económico se basa en la oposición polar de dos procesos esenciales: producción y consumo. Por así decirlo, la producción genera valor, y el consumo destruye ese valor. Ambos procesos se oponen entre si, y son necesarios para que el proceso económico se mantenga. Y la relación entre ambos se produce a través del dinero. El dinero en el proceso económico, por tanto, no es un bien en si mismo, sino un “medio de cambio” entre productores y consumidores, hablando en términos muy genéricos, para empezar.
Las empresas u organizaciones así llamadas financieras tienen como función de encargarse de “distribuir” el dinero un modo adecuado, bien en relación con las necesidades de inversión para mantener y/o mejorar la producción, bien en relación con las necesidades de los consumidores. De este modo, la cantidad y valor del dinero en circulación debería de corresponderse con el valor de la producción actual mas la inversión realizada. Esto nos lleva a la noción de dinero como “representación” del valor de los bienesde inversión, más lo bienes y servicios producidos y todavía no consumidos, mas los bienes o servicios en proceso de consumirse.
Con ello llegamos a la imagen del dinero como “la contabilidad” de los procesos económicos reales, y del mismo modo que los libros de contabilidad deben de “reflejar fielmente” el proceso económico de una empresa, el total del dinero en circulación debe reflejar el valor real de los bienes en circulación en el proceso económico en su conjunto.
Cuando el dinero no refleja el valor de los bienes en circulación, vivimos en una burbuja (cuando hay mas valor «nominal» del dinero que de los bienes) o bien en una depresión (cuando hay menos valor «nominal» del dinero que de los bienes en circulación).
La actividad de las entidades llamadas financieras en el modelo económico actual, nos lleva, por tanto, de forma ineludible a vivir de forma sistemática burbujas y depresiones que tiendan a compensar la falta de una relación consciente entre dinero , inversión, producción y consumo..
La creación de asociaciones de organizaciones productoras y consumidoras que compartieran visión sobre los efectos globales de sus decisiones, sería, en mi opinión, una solución potencial a este problema. Las empresas financieras ocupan el espacio de conciencia que no ocupamos los ciudadanos de a pie, y con ello manejan la circulación del dinero en su propio beneficio, en lugar de hacerlo en el beneficio del conjunto.
2.¡¡La Oferta y la Demanda tampoco existen!!
La pregunta del apartado anterior, sobre el valor, no es una pregunta trivial, y de hecho nos ayudará a entender otro aspecto mas que distorsiona los procesos de la economía moderna.
Los economistas neoliberales del siglo XIX, buscaban respuesta a esta misma pregunta, y para ello, se plantearon una pregunta en su opinión anterior a la de “qué es el valor”, y que para ellos era: ¿Que es lo hace que una persona “valore” algo y tienda a comprarlo?..si buscáis en Google las teorías de la utilidad y de la utilidad marginal podréis encontrar bastante información al respecto.
Baste decir aquí, en términos generales, que los economistas clásicos (David Ricardo y sus seguidores, incluyendo a John Stuart Mill) respondieron diciendo que el comportamiento de compra se desencadenaba de acuerdo a la utilidad marginal que el bien comprado otorgaba al comprador. Por ello, después de comprar la primera unidad de un bien, la segunda o siguientes unidades compradas proporcionan una utilidad cada vez menor, lo que lleva al comprador a no comprar “infinitas” unidades de un bien disponible, sino solo el numero de unidades que satisface adecuadamente sus necesidades en términos de utilidad.
Un ejemplo de esto es que ningun consumidor compra 10 coches, o 100 kgs de patatas, ya que una vez superado el limite de su utilidad, el valor de cada coche o de cada Kg adicional, es cada vez menor. En efecto, siguiendo el ejemplo del coche, el primero puede ser muy util para quien lo necesita; quiza el segundo sea util para la familia como segundo vehiculo, pero probablemente el consumidor no este dispuesto a pagar tanto como por el primer modelo; finalmente, una vez cubiertas las necesidades en su mayor parte, el tercer vehiculo no añadira mucha mas utilidad, con lo que por lo general no se estará dispuesto a pagar mucho mas por un tercer coche, y en todo caso quiza se compre un vehiculo de bajo coste util para los hijos en su aprendizaje.
Podriamos hacer el mismo ejemplo con las patatas, o con cualquier otro bien en condiciones normales. Esta es la manera en que los economistas neoclasicos justificaron su teoria de la utilidad marginal.
Con esto se explicaba aparentemente y de forma satisfactoria, la famosa paradoja del agua y del diamante. Aunque todo el mundo sabe que el diamante es un bien mas valioso que el agua, se habia retado a los economistas a explicar como en ocasiones el agua puede llegar a valer mas que el diamante (obviamente en situaciones de escasez extrema). La teoria de la utilidad marginal explicaria tambien este tipo de situaciones de forma consistente.
Esto, a su vez, conecta las variaciones de precio con la noción de escasez y/o abundancia, lo cual nos lleva a la definición moderna de economía como “la ciencia que se encarga de la gestión optima de los recursos escasos de acuerdo con las necesidades de los productores y los consumidores”, que es la definición que se puede encontrar actualmente en casi cada libro de texto de primero de económicas.
Esta noción implica que cuando hay “mucha oferta” y “poca demanda”, esto es, abundancia, las utilidades marginales decaen, y por tanto al no haber suficiente demanda como para compensar la oferta, los precios tienden a caer. Del mismo modo y a sensu contrario, cuando hay “mucha demanda” y “poca oferta”, las utilidades marginales tienden a aumentar, y por ello, los precios suben. Este es, de forma genérica, el mecanismo que explica el comportamiento de la oferta y la demanda.
Sin embargo, esto como acabo de demostrar, toda esta teoria no es más que una construcción mental de los economistas neoclásicos, pero ni mucho menos es un “fenómeno” observable en los mercados como por ejemplo uno observa el fenómeno de la caída en parábola de un objeto lanzado al aire y hacia adelante, tal y como indica la física.
Lo que intento decir es que no se puede equiparar el mecanismo de oferta y demanda con un fenómeno observable de la ciencia natural, sino que se trata, y es muy importante saberlo, de una construcción mental basada en una premisa: que el ser humano actúa en sus comportamientos de compra, basándose solo y exclusivamente en la utilidad que recibe, esto es, de modo egoísta.
Pero, ¿que pasa con la oferta y la demanda cuando el ser humano decide actuar de un modo que no le reporta utilidad inmediata, o incluso ninguna utilidad?….¿Que sucede cuando un grupo de consumidores decide basar su comportamiento de compra en sus valores (empresas éticas, precio justo, sostenibilidad medio ambiental, etc….)???… ¿Qué sucedería si los consumidores y los productores comenzaran a colaborar en la fijación de precios de la producción generando esquemas globales de actividad asociativa que no necesitaran de la “mano invisible” para ajustar los precios, ya que lo harían ellos mismos, garantizando con ello producción, consumo y precios ajustados a las necesidades del conjunto?….
La mano invisible de Adan Smith, que actúa supuestamente a través de los mecanismos de la oferta y la demanda, no es mas que el ajuste “salvaje” de precios que se produce en todo mercado en que el ser humano actúa pensando solo en si mismo, y sin considerar las consecuencias de sus acciones para el conjunto, lo que lleva a ajustes de precio que terminan perjudicando gradualmente a aquellos que tienen menos poder y/o capacidad de influencia en los procesos de dichos mercados.
La mano invisible no es mas que el resultado conjunto de nuestro egoísmo, y con ella, el mecanismo de oferta y demanda, no es mas que una conclusión mental que, elevada artificialmente a la categoría de fenómeno, impide al ser humano moderno ser consciente de que es su propio egoísmo y el de sus congéneres, lo que genera la distribución asimétrica de la riqueza.
Continuara.
23 agosto, 2011 en 17:38
Agradezco de corazón tu generosa iniciativa de una serie de artículos introductorios al funcionamiento de la economía.
Desde luego que es un campo muy deficitario de formación, tanto para los antropósofos como para los ciudadanos en general.
Leeré y difundiré tus aportaciones…
recibe un fraternal saludo…Pedro-José Martinez.
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24 agosto, 2011 en 01:37
Hola Pedro José.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo,
Joaquin.
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23 agosto, 2011 en 22:45
¡Yo también te lo agradezco! Me resulta muy interesante. Muchas gracias. Seguiré con interés la colección de artículos.
Un saludo
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24 agosto, 2011 en 01:38
Hola David,
Gracias por tu comentario.
Me alegro de que sea una iniciativa util.
Seguire con ella poco a poco.
Un saludo,
Joaquin.
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30 septiembre, 2011 en 19:23
Muchísimas gracias por tu artículo. Saludos, Juan Luis
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3 enero, 2012 en 06:22
Gracias.
Puedes ayudarme en el sentido de crear una empresa basada en este concepto de triformacion social: Cuales deben ser sus principios fundamentales en cuanto a organizacion, diseño, produccion , mercadeo y financiacion. Mi contacto es ecotallermadera@gmail.com
Gracias de nuevo.
Jairo Armando Sarmiento, Cali colombia
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21 junio, 2012 en 14:55
Es una pena que no parezca tener continuación…
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27 septiembre, 2012 en 00:21
Hola José!!
La tendrá, la tendrá, pero ahora estoy ocupado con algunas otras cosas.
Gracias por tu comentario!!
Un saludo,
Joaquín Aguado
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19 abril, 2014 en 16:29
Muchas gracias, excelente artículo. Fuente clara y necesario punto de partida para la toma de conciencia de una realidad mucho más grande, que hoy nos sobrepasa, pero que fue advertida hace ya muchos años por mentes lúcidas que nos precedieron.
Un gran aporte, gracias de nuevo
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