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Conversaciones sobre Antroposofia


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Negando el beneficio y negando el egoismo. La nueva religión económica de la concepciones alternativas.

Esta crisis, como todas, presenta varios aspectos positivos.
Uno de ellos, es el hecho de que mucha gente se pregunta hoy en día sobre el dinero, la economía, y las finanzas. De alguna manera, asistimos a un cierto despertar del ser humano moderno a los procesos de la esfera económica del organismo social.

Este proceso no es nuevo. Ya desde mediados o finales de los años 90 del siglo XX, existe un movimiento, así llamado, de economia ética. La Banca Ética nace en Europa a principios de los años 80 del siglo XX, y por supuesto, desde bastante antes existen los movimientos así llamados «verdes» o medioambientales, que a lo largo de los años se han vinculado con la idea global de sostenibilidad.

En este mismo impulso, y de forma algo más reciente, han cobrado fuerza ideas mas específicas, como por ejemplo, la Economía del Bien Común, de Christian Felber, o las ideas de la Economía Islámica, coincidentes en ciertos aspectos con las ideas de la Economía Ética y la Economía Sostenible, como por ejemplo, la eliminación de los tipos de interés, y la calificación de la economía financiera como economía irreal, o economía especulativa.

Todos estos movimientos emergen como una reacción al aparente triunfo del capitalismo en el mundo occidental, desde finales de los años 60 del siglo pasado, y en especial desde los años 90, con la caida del muro de Berlin, y del modelo económico comunista. El primero en aparecer fue el movimiento verde, que cobró gran auge en Alemania y en los países de su entorno, en los años 70 y 80 del siglo pasado, incluso desde el punto de vista político, y que nació de las ideas de tipo «new age» sobre la naturaleza y el planeta tierra como una entidad orgánica e incluso viva (Gaia), que se gestaron en gran parte del movimiento hippy.

Mas tarde, llegarían las ideas sobre economía e inversión ética, abarcando movimientos como el «comercio justo», que penaliza el beneficio «excesivo», y propone precios de compra más altos para los productores en origen, a costa de un menor margen de beneficio para los distribuidores y consumidores; o la diferenciación entre «sectores éticos» y «sectores no éticos» de cara a definir la ética económica.

Finalmente, frente a la crisis actual, se han propagado enormemente las ideas sobre los tipos de interés y sobre el bien «colectivo», dada la conexión aparente entre capitalismo, economía financiera, tipos de interés y egoísmo o comportamiento individualista.

Todos estos movimientos, por tanto, se basan en un conjunto de ideas comunes, que se han ido agrupando a lo largo de los años, y de las que me gustaría destacar tres grandes ideas, que a mi parecer son la base teórica principal de todas las demás:

  • La «maldad» del egoísmo humano, que en su comportamiento individualista, actúa de un modo tal que genera destrucción y consecuencias antisociales. La expresión mas clara, y por tanto más dañina de este egoísmo en el terreno económico, es la búsqueda del beneficio individual como leit-motiv principal.
  • La incapacidad de la economía para generar, per se, armonía social. En tanto que la economía se basa en la acción individual que busca el máximo beneficio, tiende a generar situaciones socialmente injustas, y por tanto es necesario equilibrar dicha injusticia mediante una acción correctora o equilibrante, que genere un «valor social» que compense la búsqueda excesiva de «valor económico».
  • La existencia de actividades «éticas» frente a otras «no éticas», o en su defecto, de formas «éticas» frente a formas «no éticas», de tal modo que la actividad que se ejerce, o como se la ejerce, determina la ética de la organización económica en cuestión.

Finalmente, solo quiero añadir, que muchos Antropósofos consideran que Rudolf Steiner se enmarca dentro de estas corrientes alternativas, puesto que se identifica espiritualidad con «armonía social».

Nada más lejos de la realidad, puesto que la concepción económica de Steiner, no solo no se acerca a las concepciones citadas, sino que se puede calificar como más cercana al capitalismo, como no podía ser de otro modo, pues Steiner se consideraba a si mismo como «Anarquista-individualista», en su famosa carta al anarquista Henry MacKay. En efecto, la concepción económica de Steiner es más cercana a la ciencia económica actual que a las economías alternativas, por mas que a algunos Antropósofos y simpatizantes se les ericen los pelos al escucharlo.

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