¡Quieran Oirlo los Hombres!

Conversaciones sobre Antroposofia

Yo tengo un sueño (I have a dream)..

11 comentarios

El 28 de Agosto de 1963, el Dr. Martin Luther King pronunciaba su famoso discurso «I have a dream», desde las escalinatas del Monumento a Lincoln. Este momento marco un hito en la historia del siglo XX, y constituyo un ejemplo de comportamiento inspirativo no violento. El 20 de Enero de 2009, 46 años mas tarde, por primera vez en su historia, un hombre negro, Barack Obama, alcanzó la presidencia de los Estados Unidos de America, que habia disputado con una mujer.

Muchos mas impulsos se gestaron en los años 60. Mayo del 68, el Flower Power del movimiento hippy,  la invasión de Praga por los tanques sovieticos, incluso en España, se comenzó a percibir que habia un mundo ahi fuera….y todas estas manifestaciones tenian un elemento en común: ¡¡Despierta, se tu mismo, y conecta con tus sueños!!

En muchos casos, estos sueños se manifestaron de un modo violento. En otros casos como un idealismo abstracto que parecia no conducir a nada, pero de un modo u otro, aquellos años fueron frontera. Al acercarse el ultimo tercio del siglo XX, algo muy profundo comenzó a despertar en el ser humano. La antigua jerarquia social, sencillamente, perdió su vigencia de forma definitiva. El individuo comenzó a pedir mas y mas espacio para decidir por si mismo.  Y este espacio de decisión fue llamado «libertad».

Desde entonces hasta hoy, hemos vivido un proceso exponencial de aumento de las libertades individuales, entendidas estas como esos espacios de decision individual,  a través de los cuales cada ser humano toma decisiones por si mismo y afronta de un modo u otro las consecuencias de sus actos. Por supuesto que estas consencias no son ni genéricas, ni están relacionadas, al menos de forma aparente con ningún tipo de justicia divina. La experiencia nos enseña que en muchos casos, los comportamientos que podrían ser considerados como inmorales por la tradición social no tienen castigo de ningún tipo, o incluso prosperan. Del mismo modo, comportamientos considerados como altruistas, filantrópicos, o de alto nivel moral, no reciben recompensa social alguna, o incluso implican en muchos casos un perjuicio económico o social para quien los realiza.

Podríamos decir, que en el ultimo tercio del siglo XX hemos pasado, de forma definitiva, de un mundo basado en la jerarquia externa, y por tanto sostenido por fuertes reglas sociales, a un mundo basado en la autoridad del ego individual, y que por tanto prima el derecho del individuo en la toma de decisiones.

Obviamente, esa situación obliga a buscar modos de convivencia que eviten la «lucha» de unos egos contra otros. Por ello, a nivel político, se han buscado todo tipo de formas de convivencia social para ese ego individual, lo que siempre ha supuesto de un modo u otro la restricción de parte de esa aparente libertad individual, para crear espacios sociales, o bien la negación de la necesidad de esos espacios sociales en pro del individualismo mas extremo. En cualquier caso, siempre nos hemos balanceado entre ambas polaridades

Todo este proceso ha llevado a mas y mas personas a plantearse la neceside de encontrar algun tipo de equilibrio entre dichas polaridades, pero hasta la fecha, dicho equilibrio no ha sido encontrado. Sin embargo, las polaridades se mantienen. Hoy por hoy, por ejemplo, la polaridad comunismo soviético-capitalismo norteamericano, ha sido sustituida por la polaridad individualismo occidental – modelo colectivo chino-asiatico.

En realidad, ese desequilibrio exterior no es mas que el reflejo de un desequilibrio interior. Y es que este proceso de tensión polar dentro del ego,  es parte de la naturaleza del mismo, y por ello, totalmente necesario. Sin desarrollo del ego no es posible desarrollar una conexión correcto con nuestro ser superior. Por supuesto Martin Luther King no soñaba con la parte, llamemosle así, oscura del ego, sino con su fruto final, con el Yo espiritual de cada ser humano, conectado con los valores mas nobles, y capaz de ser compasivo, asertivo, y de entregarse amorosamente en pro de su prójimo.

Pero para llegar a este ideal, es necesario pasar por el ego, y vivir profundamente su aspecto de oscuridad. Solo a través de ese proceso es posible despertar al Yo superior.

Y no se trata, ni mucho menos, de un despertar «iluminado» y «maravilloso», sino mas bien de un despertar a la propia oscuridad, de un reconocimiento de los errores cometidos, de las debilidades vividas y cien veces justificadas…solo de ahi puede surgir el deseo, noble y verdadero, de comenzar a responsabilizarse de las propias acciones, y con ello, de responsabilidarse, asimismo del propio comportamiento futuro.

Este tipo de experiencia es la semilla del cambio interior.

Y en el mundo antroposófico no ha sido diferente. Hemos pasado de un mundo llamemosle,  unitario, en el que el Dr. Steiner lo era «todo», a principios de siglo, a una segunda e incluso tercera generación de discipulos cercanos al propio Steiner o a los discipulos directos del Dr. steiner, y esta conexión se vivia , digamos que casi con fe ciega. Existia una enorme creencia en «la persona». Y esto es algo que el propio Steiner rechazaba, pero que no podía evitar que sucediera (recuerde el lector conocedor de la historia del movimiento antroposófico como habia colas interminables de personas que cada dia iban a ver al Dr. Steiner para pedir «su consejo», cual si de un guru se tratara, y que el recibia y escuchaba pacientemente).

Poco a poco, hemos ido pasando de esa fe ciega en los primeros fundadores, de un cierto reconocimiento inconsciente de la jerarquía espiritual de esos fundadores,  a nuestras propias disquisiciones, a no admitir mas jerarquía que la de mis propias ideas.  Ese cambio nos ha llevado, ineludiblemente, a una lucha de egos. Y, al menos en mi opinión, ahi seguimos, cada uno justificando sus propias posturas y sus propios argumentos, e incluso en algunos casos, usando el poder de su posición para influir de acuerdo a sus opiniones en la vida de distintas  instituciones del movimiento antroposófico, lo cual como digo, es el comportamiento normal de un ego en toda su expresión.

En efecto, este comportamiento, no impide una verdadera conexión con lo espiritual, mientras se mantiene en el estado de ego, esto es, mientras no aparece la duda, la inseguridad, o el miedo. El ego siempre esta seguro de si mismo, y usa todos los medios a su alcance, externos o internos para conseguir cumplir su voluntad.

No obstante, antes o despues, este proceso del ego colapsa. El ego pierde su seguridad, su aparente conocimiento del mundo y de si mismo, para sumergirse en un espacio de dudas, a veces también de rabia y de frustración,  que arrastra al ego hacia la conciencia de la propia oscuridad.  En esta nueva situacion el ego ha de reconocerse a si mismo como «actor» y «creador» de su propia circunstancia, y toda la lucha se definira mediante el intento del ego de escapar de dicha asunción de responsabilidad, buscando una vez más excusas, causas externas…en definitiva, lanzando balones fuera.

No existe garantía de salida de este proceso, sino que depende de cada alma individual. Cuanto mas el ego intenta zafarse de su responsabilidad, mas profunda es la oscuridad. Hasta que finalmente. esa oscuridad se apodera de uno. Y es ahí, en ese espacio donde no hay nada, en ese espacio desprovisto de vida, donde es posible asumir la responsabilidad, donde es posible encontrarse con el propio Yo. Este espacio, no es, ni mas ni menos, que la percepción más basica de la libertad del Yo humano.

Voy a repetir lo anterior: «Este espacio (de total oscuridad, y falto de toda motivación o impulso) no es ni mas ni menos que la experiencia mas basica de la libertad que puede tener el Yo humano». Quiza algunos me consideren un hereje al decir esto, pero esta afirmación nace de la experiencia, no de la deducción.

En efecto, este espacio es un espacio que al ego le resulta tremendamente desagradable, tremendamente «antipático». Y es normal que sea así, puesto que el ego siente se alimenta «de lo que el mundo le da», esto es, extrae su motivacion no de si mismo, sino del mundo exterior. Son siempre las demas personas o las situaciones exteriores las que «nos hacen sentir mal» o «las que nos hacen felices»; es siempre la situacion exterior la que «hace muy dificil o imposible lograr esto o aquello»; en definitiva, para el ego siempre hay una razon «externa» que justifica su simpatia o su antipatia, y las acciones asociadas a las mismas. ¿Cuantas veces no habremos escuchado frases del tipo «¡¡…es que, fulanito/a me cabrea enormemente cuando me habla así!! «; este es un tipico ejemplo de denegación de responsabilidad, puesto que es obvio que fulanito o fulanita no son la causa del cabreo, sino que el cabreo depende, obviamente de la voluntad del que actua.

Por tanto, el ego para, encontrarse con su Yo superior, necesita «liberarse» de las simpatías y antipatías que le condicionan de forma permanente a lo largo de su propia existencia. Y el Yo superior, poco a poco, va «erosionando», por asi decirlo, «atemperando» estos impulsos del alma. Pero al principio esta atemperación es vivida como una desgracia, como una perdida, como un naufragio. Solo poco a poco el ego va siendo mas y mas consciente de que el espacio en el que penetra es un espacio «neutral», donde no predomina ni la luz intensa ni la oscuridad profunda. Lo que nos parecía inicialmente oscuridad profunda es solo un espacio de silencio, un espacio interior que espera a ser iluminado con la luz de nuestra contemplación objetiva y amorosa. Iniciar este proceso de contemplación y de asuncion de responsabilidades es una decisión en total libertad. Nada impulsa al ego a hacerlo. Ha de ser una decisión totalmente propia, totalmente libre, en el centro de si mismo.

Es por ello que, para poder crear verdaderos encuentros, es muy importante reconocer este tipo de procesos, tanto el comportamiento del ego antes de su crisis, como durante su crisis, para ser capaz de acompañarlo de la mejor manera posible. Si juzgamos, si discutimos, si peleamos, si censuramos, estamos impidiendo este proceso, estamos estimulando, sobre todo en nosotros mismos,  las fuerzas del ego que no quieren entrar nunca en crisis, que quieren constituirse en eternas vencedoras de todo conflicto que generen con el resto del mundo, que quieren seguir unidas a esos impulsos simpaticos y/o antipaticos, que nos condicionan permanentemente, pero que nuestro ego identifica consigo mismo (es lo que mucha gente llama «mi forma de ser»).

Es esencial por tanto, que aprendamos a escuchar con toda la intensidad de que somos capaces, incluso, o si cabe especialmente, cuando tenemos ante nosotros a alguien que necesita expresar las fuerzas de su ego, o cuando eso hace que nuestro propio ego reaccione. ¡¡Ahí es cuando realmente nos ejercitamos!!  No obstante, esto no significa que no seamos lo suficientemente asertivos (que no «agresivos», cuidado!!). Hemos de serlo, pues es la mejor forma de ayudar a ese ego, y a nosotros mismos. Pero no es facil ser asertivo. En mi proximo post profundizare sobre la asertividad y la empatia como cualidades a desarrollar para poder crear un verdadero encuentro. Asertividad, capacidad de preguntar, empatía y escucha son las cualidades esenciales de cualquier verdadera conversación, de cualquier verdadero encuentro.

Mientras tanto, no olvidemos el sueño del encuentro. Aunque veamos injusticia, acciones discriminatorias, comportamientos prepotentes, falta de rigor, en definitiva, aunque veamos una y otra vez actitudes del ego en nuestros hermanos, no dejemos de recordar que la mejor manera de ayudar es profundizar en nosotros mismos, conectar con nuestro Yo superior, y frente al comportamiento del ego, en lugar de juzgar, promover y ejemplificar acciones asertivas que hagan visibles nuestros ideales.

Yo, como Martin Luther King, tengo un sueño: un dia, no muy lejano, aquellos que se odian, entenderán sus odios, y los convertiran en esperanzas de colaboracion por la humanidad; un dia no muy lejano, los que se juzgan, serán capaces de escucharse y enriquecerse con la experiencia del otro; un dia no muy lejano, los que se sintieron mutuamente traicionados entenderan la necesidad de su dolor, y se daran mutuamente las gracias por haber asumido papeles tan dificiles en su mutuo amor, y juntos miraran al futuro para encontrar el mejor modo de caminar como hermanos; un dia, todos aquellos que buscan el espiritu y el progreso de lo humano, se encontraran con ellos mismos a través de sus hermanos.

Yo, cada día, tengo ese sueño, y procuro serle fiel, porque se que eso hará posible que un día, aunque yo no este aquí, se haga, a través de otros, realidad.

Continuara.

Autor: Joaquín Aguado

Nacido en Granada, España, en 1971. Miembro de la Sociedad Antroposofica de España desde 1988, y Miembro de la Sociedad Antroposofica General desde 2005. Miembro de la Seccion Social de la Escuela Superior de Ciencia del Espiritu con Sede en Dornach, Suiza, desde 1991, y miembro de la Conferencia Economica de la Seccion Social de la Escuela Superior, desde 2005. He vivido varios años en Holanda y en Finlandia, con viajes y estancias cortas en EEUU e Inglaterra. Esto me ha permitido conocer de primera mano otras culturas y otras formas de "hacer antroposofia". Desde el 2010 vivo y trabajo en España. Autor del Libro "La Economía de la Confianza" (Ed. IAO, 2014. Madrid). Consultor Organizacional, Co-fundador del Banco Etico Triodos Bank en España, y fundador de Triforma primero, y posteriormente Vortex, las únicas empresas españolas de consultoria de organizaciones basadas en los desarrollos de Rudolf Steiner, Bernard Lievegoed y Margarete Van Den Brink. En mi trabajo como consultor, mi foco principal es ayudar a desarrollar una nueva forma de organización económica y social, centrada en el ser humano, que ponga en relación de forma equilibrada los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Para avanzar en esa dirección, creo fundamental desarrollar en los individuos y en las organizaciones una cultura "social" mas profunda que la actualmente existente. En esta dirección, y siguiendo a Goethe, creo que "la conversación", el proceso de escucha intensificado y debidamente entrenado, es y será la fuente de cualquier futuro creador entre los seres humanos.

11 pensamientos en “Yo tengo un sueño (I have a dream)..

  1. Muchas Gracias Joaquin. Ese «espacio de libertad» del que hablas también necesita valor y coraje para que yo me manifieste y pueda asumir -si llegara el caso – mis errores, mis equivocaciones. El Ego también maneja esa parte de mí que no quiere manifestarse por miedo a ser «descubierto». Y ese miedo fortalece mis barreras que impiden un encuentro real con el otro. Así que se requiere coraje para exponerse y sentirse vulnerable, y confianza en que si el «espacio de libertad» está ubicado en el centro de mi ser, encontraré la fuerza para asumir mi error y construir a partir de ahí algo real con lo que poder encontrarme con el otro. Gracias de nuevo por tu artículo. Estaré muy pendiende del próximo post. Un saludo, Alberto.

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    • Ante todo, pedir disculpas por no haber podido responder antes a los comentarios. Mi actividad profesional me tiene muy ocupado últimamente.

      Alberto, muchas gracias por tu comentario. ES muy cierto lo que dices. Hasta el punto de que, yo casi me atrevería a decir, en base a mi experiencia profesional y personal, que el ego humano es precisamente la construcción de un pseudo-personaje que oculta quien realmente somos (nuestro yo superior). Por eso, el ego siempre esta envuelto de alguna manera en auto-mentiras y auto-engaños, que se manifiestan como ocultamientos hacia el exterior, que generan miedos y odios a veces extremadamente intensos. Por supuesto todo esto sucede de forma inconsciente, y lo fascinante de este misterio que es la personalidad humana, es, al menos para mi, cuan necesario es «pasar por la mentira del ego, para destapar la verdad del Yo Superior». Solo cuando descubres las mentiras, las asunciones, las creencias sobre las que has construido tu personaje, es cuando puedes decidir abandonarlas para ser quien realmente eres.

      En fin, dicho así queda un poco condensado, pero espero que al menos se trasluzca algo de lo que intentaba expresar.

      Un fuerte abrazo,

      Joaquín.

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  2. No puedo mas que agradecer tu esfuerzo por poner negro sobre blanco, un asunto que comparto plenamante, y no solo «el sueño» si no especialmente este espació de silencio donde el ego agoniza dia a dia y el yo regenera sus fuerzas para poder exteriorizar-se.
    GRACIAS
    Jordi Esteban

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    • Hola Jordi,

      Muchas gracias por tu comentario. En efecto, esa experiencia es compartida. Es en el espacio del silencio activo donde el Yo se regenera. Curiosamente, ese espacio de silencio es pleno de actividad, pero de una actividad donde lo paradójico es descubierto como armonía. En ese espacio es donde, acorde a mi experiencia, se cumple la observación de Steiner en su libro «La Filosofía de la Libertad», de que la libertad es lo mismo que la necesidad.

      Un saludo,

      Joaquín.

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      • Despues de leer vuestros comentarios, no me quedo otra que releer el post de nuevo…i con ello llevarme a nuevas reflecsiones…. por un lado hablas de la sociedad en general i del conflicto oriente-occidente, norte-sur (añadiria)… muy adecuado al sentir popular en nuestras calles i plazas, donde se manifiesta con claridad esa necesidad de respuesta a la angustia del presente,. Especialmente la juventut descubre la tremenda hipocresia de una sociedad que pretende organizar y educar desde el interes personal corporativo mas evidente. Si, en el 68 ya se vio…pero ahora se tiene interiorizada aquella imagen de la tierra vista desde el cielo, la vision del planeta como entidad una, la imagen de la sociedad mundial intimamente inerrelacionada y cada vez con mayor intensidad la percepción o clara sospecha de que «algo» del mal se mueve sibilinamente en las esferas del poder y en lo mas intimo de nosotros… me admira su capacidad de encajar golpes a lo Gandi (nosotros fuimos incapaces,quiza no era el momento) ahora su protesta desorientada reclama respuestas.

        Que papel tiene que jugar la Antroposofia en todo elló?

        CONTINUARA…tengo prblemas con la conexion…gperdon i gracias

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      • Jordi Esteban :Despues de leer vuestros comentarios, no me quedo otra que releer el post de nuevo…i con ello llevarme a nuevas reflecsiones…. por un lado hablas de la sociedad en general i del conflicto oriente-occidente, norte-sur (añadiria)… muy adecuado al sentir popular en nuestras calles i plazas, donde se manifiesta con claridad esa necesidad de respuesta a la angustia del presente,. Especialmente la juventut descubre la tremenda hipocresia de una sociedad que pretende organizar y educar desde el interes personal corporativo mas evidente. Si, en el 68 ya se vio…pero ahora se tiene interiorizada aquella imagen de la tierra vista desde el cielo, la vision del planeta como entidad una, la imagen de la sociedad mundial intimamente inerrelacionada y cada vez con mayor intensidad la percepción o clara sospecha de que “algo” del mal se mueve sibilinamente en las esferas del poder y en lo mas intimo de nosotros… me admira su capacidad de encajar golpes a lo Gandi (nosotros fuimos incapaces,quiza no era el momento) ahora su protesta desorientada reclama respuestas.
        Que papel tiene que jugar la Antroposofia en todo elló?
        CONTINUARA…tengo prblemas con la conexion…gperdon i gracias

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  3. Me gusta lo que dices del «espacio de libertad». Creo que hay que cultivar más la incertidumbre y educarnos en sostenerla. Es en la incertidumbre, en el espacio de libertad del no saber, donde es posible el encuentro y las posibilidades se pueden llegar a abrir. Gracias por tu post.

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    • Hola David,

      Gracias por tu comentario.

      En efecto, aprender a vivir en la «incertidumbre» sería un primer paso hacia ese espacio de libertad.

      No obstante, y solo por matizar, no se trata de ver lo incierto como un espacio aleatorio o azaroso, puesto que esto no dejaria en una situación de vacio existencial. Por el contrario, se trata de aprender a ver el profundo sentido creativo e improvisador que tiene la vida en su conjunto, y no solo como una idea o como un concepto, sino como una experiencia específica en cada caso.

      Este tipo de experiencia es posible cuando se crea este tipo de espacio interior, que inicialmente aparece como un espacio de crisis, de rotura, pero que poco a poco se puede «crear a voluntad», para colocarse «en sintonía» con esa corriente creadora de lo que normalmente llamamos «realidad», y que no es otra cosa que nuestro Yo Superior.

      Un saludo,

      Joaquin,

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    • Hola, espero que los problemillas con la conecsión se difuminen… en fin que el otro dia estaba con la famosilla question de que papel tendria que tener la Antroposofia en el mundo de hoy…ya se que es un tema muy manido y que quizas lo importante es el trabajo interior y que ya se ira reflejando en la sociedad en la medida que seamos capaces de llevar al mundo iniciativas con sentido….pero….no teneis la sensación que estamos «perdiendo el carro» de la modernidad? que se tiene una imagen de la antroposofia como algo «del pasado» como un referente historico… pero que no pulsa en el presente con la fuerza que sus contenidos y potenciales reclaman? en ocasiones me encuentro en circulos medicos, pedagogicos y artisticos….y la sensación es que la antroposofia, fuera de los directamente implicados, no parece encontrar una via de comunicación que despierte un interes vivo, fuera de la curiosidad inicial. La mayoria de las personas tienen una imagen muy poco clara o insuficientemente atractiva de nuestro trabajo e ideales…. y curiosamente en muchas ocasiones mencionan temas que les son de profundo interes y que buscan información en escuelas y pensadores mucho menos preparados, pero que les «resuenan mas»… quiza tengamos un problema con el lenguaje…. en fin que vosotros que teneis mas experiencia quiza tengais alguna hipoesi que aporte luz al asunto…..

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      • Hola Jordi!!..Un año y pico más tarde, te respondo, pero creo que al fin y a la postre, esta respuesta esta inmersa en un hilo más amplio que ya habíamos retomado a través de otros canales, no??.. 😉 interesante observar como el destino crea espacios para el encuentro y para la conversación de un modo y de otro….y yo creo que eso es, precisamente, parte la respuesta.

        No creo que podamos «engancharnos a ese carro de la modernidad» al que te refieres (y que conste que comparto tu impresión inicial) si no hay un enganche inicial interior, es decir, si no somos capaces, al menos entre un numero mínimo de personas, de tener la experiencia de que los aparentes obstáculos externos que impiden ese enganche, no somos ni más menos que nosotros mismos y nuestras propias relaciones como micaelitas. En mi opinión, es nuestra incapacidad de actuar juntos, de armonizar y equilibrar nuestros diferentes puntos de vista, lo que nos impide crear propuestas concretas, aceptables, entendibles y beneficiosas para el hombre moderno.

        Y en ese sentido, creo que personajes como el Dr. King son un enorme ejemplo para todos, y en especial para nosotros, los Antroposofos. Nadie puede ser más «asertivo», ni más «decidido» de lo que lo fue el Dr. King (o Gandhi, o la Madre Teresa, o Mandela….), sin que por ello se pueda decir que Dr. King fuera «agresivo», sino todo lo contrario.

        Necesitamos encontrarnos, ser asertivos, entendernos, y comenzar a actuar juntos, poco a poco, en aquellos espacios de entendimiento y visión común que vayamos conquistando. Ahí podremos hacer notar nuestra fuerza asociativa, nuestra asertividad asociativa, si lo prefieres, frente al mundo, y podremos, en mi opinión, no solo engancharnos al carro de la modernidad, sino ponernos a la vanguardia del mismo, que es donde, en mi opinión, nos tocaría estar.

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  4. Conoces la obra de Ken Wilber? A mi me parece muy interesante, un poco yanqui, pero muy contemporánea. Una de las cosas que mas me sorprende es su prácticamente nula mención a R.Steiner… es como si lo evitara expresamente… como si no quisiera pronunciarse… cosa que hace con profusión de pensadores occidentales i orientales, modernos i antiguos, científicos i místicos…

    Creéis que su teoría integral podría ser integrada (valga la redundancia) en un trabajo antroposófico contemporáneo?

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